EL COLOR ERRANTE

Fátima Conesa
Por Miriam Callejo

Estas últimas pinturas que Fátima Conesa presenta en El color errante, el camino a la contemplación rebelde, para la Galería Eldevenir, nos transportan a un lugar onírico, etéreo, imposible de localizar. Conesa se inspira en esa parte de la naturaleza brutal, salvaje, incontrolable, misteriosa, y en algunos casos invisible, que ha temido y fascinado al ser humano desde sus orígenes. Es, en esencia, y como ella misma admite, una pintora romanticista del s. XXI.

Como en un acto de contradicción, Conesa mira con los ojos del presente, precisamente, hacia los paisajistas románticos, desde Friedrich a Constable y, especialmente, Turner. La rotundidad de la naturaleza, los vacíos plasmados en sus óleos a través de poderosas pinceladas, son aspectos que les conecta con la pintura de Conesa, pero, sobre todo, tienen en común lo que Rafael Argullol describe como “desantropomorfización del paisaje”, es decir, la desaparición de la figura humana en la pintura de paisaje del Romanticismo, dando todo el protagonismo al potencial del entorno representado. Los románticos dejan de fijarse en el hombre y se recrean en aspectos abstractos más allá de una montaña o un bosque: las nubes, el hielo, el viento, la lluvia o el humo de las máquinas tienen un papel fundamental. Estos artistas incorporan en sus obras lo que no se ve, no solo del mundo real, sino también intrincados mundos interiores y espirituales, que solamente se encuentran en la mente de cada uno. Texturas, líneas, pinceladas casi expresionistas, esfumatos, etc. representan en el siglo XIX lo intangible y lo inalcanzable de la naturaleza de un modo que hasta ese momento no se había hecho… y que, sin embargo, también representa la soledad del artista compartiendo un momento íntimo y solitario con el espectador, ante la inmensidad de lo que le rodea.

Dos siglos y medio después, la artista algecireña retoma esa representación de la atmósfera y el aire a través de un complejo trabajo de capas, colores, retiradas de material y añadidos posteriores. Es un proceso más lento y elaborado que en anteriores obras, aunque mantiene la constante de afrontar el lienzo por instinto, sin usar bocetos o dibujos preparatorios. El uso de un trazo muy gestual, que remite al arte primitivo, le otorga un gran dinamismo, incluso en las piezas de menor formato. La importancia del gesto es tal, que llega a emplear los dedos y las manos, lo que le proporciona, tanto a ella como a quien observa, una mayor conexión con la obra. Además, la paulatina incorporación del color a su obra -caracterizada hasta ahora por un uso casi exclusivo de grises y negros- culmina en esta serie de piezas, en su mayoría de gran tamaño. Introduce al espectador en las pinturas para “desentrañar” desde dentro esa duda interna si, en el fondo, era cierto que creyó divisar entre los trazos un paraje que ahora desea descubrir.

https://www.eldevenirartgallery.com/2024-fatima-conesa-en-eldevenir

The Weeping Song
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
161 x 146 cm
2024

Over and Over II
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
120 x 180 cm
2024

A Quiet Life
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
130 x 162 cm
2024

Tangerine
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
120 x 120 cm
2024

High Noon
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
97 x 146 cm
2024

Fortune
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
90,5 x 122,5 cm
2024

Gentle Spirit
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
73 x 92 cm
2024

Lorca
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
73 x 92 cm
2024

As a Bird now
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
65 x 100 cm
2024

Day is Done
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
55 x 70 cm
2023

We were there
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
55 x 70
2024

Aisle of Plenty
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
35 x 40 cm
2024

Iris
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
35 x 40 cm
2024

The Scene
Óleo sobre lienzo/ oil on canvas
35 x 40 cm
2024

The Beast
Óleo sobre papel/ oil on paper
35 x 40 cm
2024

Cendre
Óleo sobre papel/ oil on paper
35 x 40 cm
2024

Fairlight
Óleo sobre papel/ oil on paper
35 x 50 cm
2024